En memoria de los que ya no está con nosotros.
Sembrar árboles nos da un sentido de pertenencia a la tierra y una razón para quedarnos
Bárbara Kingsolver, A forest’s last stand
El bosque de los inolvidables se localizó en el corredor de conectividad entre el fragmento de bosque seco tropical y los bosques de guadua Guadua angustifolia.
Cada uno de los sembradores, escogió si sitio de siembra, el cual fue georeferenciado y numerado para posteriormente hacer una placa de recordación.
Durante la siembra, cada persona escogió el valor con el cual identificaba y recordaba a la persona que le sembró el árbol.
Juan Esteban Molina, cargando el abono para su árbol |
Se sembraron caobas Swietenia macrophylla, hijas de las caobas sembradas hace más de 30 años, con origen venezolano en el Hatico.
Venancio, Erik, Arnulfo y Carlos, el combo mexicano luego de terminar sus siembras. |
Durante esta misma actividad, se hizo un reconocimiento a Enrique Murgueitio R. por parte de la Familia Molina Durán.
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